POEMAS
Dando dignidad a tus besos
Las agujas de mi reloj giran a la izquierda
en los eternos fragmentos de tiempo
surcando
el desierto áspero que abrió tu ausencia.
Aspiro a recuperar la dignidad
que perdí con tus besos.
A tirar de humildad y jugar
a las despedidas.
O podría dar la espalda al mundo
y hacerme digno
a tu lado.
La humanidad respira oxígeno
porque jamás inhaló otra cosa.
Yo llené los pulmones de tu belleza
y descubrí que así también se vive.
En este país de caminos y mapas,
de flechas que indican direcciones.
Sé que caminando de espaldas
también llegaré hasta ti.
De Extractos de mi colección de corazones (2015)

Segunda oportunidad
No llores mamá, ahora lo sé,
tu vida fue siempre gris.
Siempre acechada por la tormenta,
latigazos de insomnio, aislada,
la preocupación permanente del alma.
Tu corazón agonizaba sobre hojas
caídas de un árbol con fruta amarga
como niña prematuramente madura.
Mirábamos para otro lado sin entender
que tu alimento era el viento
de los abrazos que nunca te dimos.
Nuestro cariño terminó
en sonrisas de dientes de leche.
Nuestras verdades se transformaron,
cabalgaron sobre tu dinero,
se hicieron traición y lágrimas.
No llores mamá, ahora lo sé.
Lo vi tras viajar por la miseria,
en mi retorno a la realidad,
cuando sufrí solo una mínima parte
de lo que a ti te hicimos sufrir.
Cuando abdiqué de esa rebeldía
que te llevó al oscuro trayecto
por un desierto espinoso.
Vuelvo infausto y sin manos,
sin todo aquello que te quité,
solo me han quedado abrazos
y los "te quiero" que nunca escuchaste.
Vuelvo dispuesto a barrer las cenizas,
preparado a curar mis dentelladas,
aunque no cicatricen las heridas.
No llores mamá, ahora lo sé.
Por ti me convertiría en mujer,
para tener un hijo como yo
y que me someta a lo mismo.
Quiero sufrir lo que tú sufriste,
sentir el maltrato como tú lo hiciste
y pese a todo no abdicar.
Quiero que me hable mal
y seguir recibiéndolo con una sonrisa
como tú has hecho hoy conmigo.
Te he achuchado y besado
recordando que tus brazos
son el refugio que siempre me cobijó,
que siempre me abrió las puertas,
aunque cargara con sangre y mentiras.
Las mismas que hoy he dejado atrás
porque puse a la vida fuerza y honra,
la humildad y el sacrificio
de la mujer que me concibió.
No llores mamá, ahora lo sé.
Poema premiado con accésit en Certamen de Poesía Victoria Kent. Rincón de la Victoria. 2017
Los inolvidables
Nos estamos olvidando de lo importante,
no hablo de comer y crecer,
ni de nacer, ni siquiera de vivir,
hablar, ver o reproducirnos,
hablo de las cosas importantes que olvidamos.
Hablo de sentir la lluvia para aliviar ausencias,
de esas sonrisas fugaces como rayos de tormenta.
Hablo de que no es necesario subir al cielo
para sentirse en lo más alto,
como tampoco es necesario estar muy arriba
para creerse en el cielo.
Hablo de abrir un camino y volver atrás
por el simple placer de sentirnos libres,
de volver a ser niños y jugar a buscar tesoros
en un charco con el agua por las rodillas;
tomarnos la rutina por aventura,
hacer nacer la luz en el interior de un túnel.
Evolucionar, aunque vuelvan momentos que ya vivimos,
como caricias de espuma avanzando por el cielo,
como las ventanas que se abren por muy frío que sea el viento.
Nos estamos olvidando de lo importante,
de las lágrimas de alegría que llenan atardeceres,
de anticipar finales cuando no hubo principio,
de las estampas grises a las que damos color,
de las batallas que se libran con apretones de manos.
Hablo de que la historia construyó más alambradas y fortalezas
que colegios, hospitales y bibliotecas.
Hablo de que nadie entiende que las verdaderas conquistas
se intentan ganar con flores y poesía.
Nos estamos olvidando de lo importante,
de las miradas con las que tropezamos en sueños,
de la opción no contemplada que era la adecuada,
del paisaje en el que florece la esperanza.
Hablo de esos días que no duran un día,
que se esfuman en un abrir y cerrar de ojos,
esos, esos son los días importantes
y nos estamos olvidando.
Nos estamos olvidando de lo importante,
nos estamos olvidando de sentir.
Besos o recesos
Labios entreabiertos
tan poco abiertos y tan poco cerrados
que no sabes si te llaman
o te ordenan marchar.
Me la jugué quedándome
y acerté.
De Extractos de mi colección de corazones (2015)

Las señales del agua
Si toda gota de agua pura
está formada por hidrógeno y oxígeno;
si agua sobre agua sigue siendo agua
¿por qué somos tan diferentes?
si todos en esencia, somos agua.
Si su azul siempre desaparece
en la palma de la mano.
Si su pureza siempre se evade
cuando en escena entra el humano.
¿por qué no se reveló?
¿por qué no se alejó de nosotros?
Si el agua calma sed y destinos
y limpia nuestras calamidades.
Si el agua nos da energía
y mantiene a plantas y animales.
¿por qué no entendemos de ciclos?
¿por qué apedreamos la vida?
Aunque no dijo basta aún
podría mudarse el agua.
Porque los cielos sin nubes llegaron,
pero siempre eran temporales.
Porque hubo embalses que se secaron,
pero quedaron otros embalses.
Porque un día podemos no beber,
pero tras varios surgirán enfermedades.
¿Por qué no entendemos la esencia?
Y aniquilamos el equilibrio cuando
agua sobre agua no es más que vida,
pero un mundo sin agua es la muerte.
Poema 2º Premio Certamen de Poesía Hornasol. Hornachuelos (Córdoba).

EXTRACTOS DE MI COLECCIÓN DE CORAZONES
Si nuestros sentimientos cambian, si la vida es una ida y venida de personas y emociones ¿Podemos decir que tenemos varios corazones? En el caso de Javier Lara tiene toda una colección y se abre en canal escribiendo para exponerla en estos 55 poemas.
Son versos surgidos de experiencias personales, pero que buscan sacar un aprendizaje y extraer una lección de cada momento vivido y descrito. El autor cree que es posible una conclusión positiva del sentimiento ya sea bueno o malo, del amor y del desamor.
La colección tiene un fuerte núcleo que surge en las diferentes etapas del enamoramiento donde sueños y realidades se entremezclan con la pasión muy presente, pero donde también tiene en cuenta sensaciones y lugares.