Acciones para reducir las faltas de ortografía: guía práctica para mejorar tu escritura

¿Por qué es importante escribir sin faltas de ortografía?
Las faltas de ortografía no son un detalle menor. Pueden marcar la diferencia entre aprobar o suspender un examen, conseguir un empleo o quedar descartado en la primera fase de selección.
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En oposiciones docentes, hay aspirantes que han dedicado años de estudio y han sido eliminados por errores ortográficos.
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En las pruebas de acceso a la universidad, muchos alumnos han visto rebajada su nota por la ortografía.
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Un estudio señala que el 40% de los currículums presentan errores de expresión u ortografía, lo que genera una mala impresión en los reclutadores.
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Además, vivimos en la era de la viralidad: un cartel o mensaje con faltas se difunde a golpe de retuit, dañando la reputación personal o corporativa.
La buena noticia es que mejorar la ortografía es posible para cualquiera. Un hablante que domina la comunicación oral, tiene buena comprensión lectora y un vocabulario funcional suficiente está en condiciones de escribir sin faltas.
Dar importancia a la ortografía
El primer paso para escribir sin errores es valorar la ortografía en su justa medida. Muchos escriben con faltas porque:
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Nunca se les enseñó a escribir correctamente.
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No se les exige precisión en la escritura.
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No consideran la ortografía como un aspecto relevante.
La responsabilidad no debe recaer solo en el área de Lengua Castellana y Literatura. Todo el profesorado, en cualquier asignatura, debería corregir y valorar la ortografía. Solo así se convertirá en una competencia transversal en el aprendizaje.
10 acciones para reducir las faltas de ortografía
1. Leer, pero leer de forma consciente
La lectura es uno de los mejores trucos para escribir sin faltas, pero no basta con leer mucho: hay que fijarse en cómo se escriben las palabras. La memoria visual es el mayor aliado de la buena ortografía.
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Según Mesanza López (1991), el 83% del dominio ortográfico depende del aspecto visual.
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Los correctores ortográficos ayudan, pero no sustituyen el hábito de memorizar las palabras.
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Para evitar errores conviene practicar una lectura fonológica, prestando atención a las letras de aquellas palabras que generan dudas.
👉 Consejo: busca lecturas que disfrutes y activa los subtítulos en español en películas y series para obligarte a leer y reforzar la memoria visual.
2. Crear un vocabulario ortográfico personal
Una estrategia eficaz para mejorar la escritura es elaborar un listado personal de palabras conflictivas. Son aquellas en las que solemos fallar con frecuencia.
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El 35% de nuestro discurso se construye con solo 15 palabras frecuentes.
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Con 100 palabras alcanzamos el 53% del discurso, y con 1.000 el 72%.
👉 Tip práctico: escribe tu vocabulario ortográfico en un cuaderno y acompaña cada palabra con una imagen. La asociación visual acelera la memorización.
3. Escribir correctamente en todos los soportes
La ortografía no debe cuidarse solo en exámenes o trabajos, sino también en WhatsApp, redes sociales o correos informales. La práctica diaria de escribir sin faltas educa la vista y genera hábito.
4. Consultar siempre el diccionario
Un clásico que nunca pasa de moda: consultar dudas en el diccionario. Hoy lo tenemos a un clic, tanto en versión digital como en aplicaciones, y sigue siendo un recurso imprescindible para afianzar una escritura correcta.
5. Aprender jugando
Los juegos de lengua son una forma divertida de ampliar vocabulario y fijar la ortografía. Algunos ejemplos:
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Scrabble
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Sopas de letras
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Crucigramas
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Programas de televisión como Cifras y letras
👉 Truco: busca "juegos para mejorar la ortografía" y encontrarás actividades digitales que también pueden ayudarte.

6. Revisar siempre los textos
Un hábito esencial: releer lo que hemos escrito. La prisa es la enemiga de la ortografía. Tomarse unos minutos para repasar antes de enviar un mensaje o entregar un trabajo permite detectar errores que se escaparían en la primera escritura.
7. Escribir a mano
La escritura manual es un gran ejercicio para la memoria visual. Un diario, un cuaderno de notas o incluso cartas escritas a mano ayudan a consolidar las reglas ortográficas y mejoran la retención de palabras.
8. Estudiar normas y practicar ejercicios
Aunque la memoria visual sea fundamental, conviene reforzarla con el estudio de reglas básicas:
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Normas de acentuación.
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Ejercicios de completar oraciones.
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Actividades de construcción de frases.
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Listas con las faltas más comunes para repasarlas periódicamente.
9. Medir el número de faltas
En etapas escolares, y también en la práctica personal, resulta útil contabilizar los errores por cada 100 palabras. Este registro permite establecer un plan de mejora y comprobar la evolución con datos objetivos.
10. Entrenar la memoria visual
Existen actividades específicas para potenciar la memoria visual aplicada a la ortografía:
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Juegos de observación como El Lince.
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Dinámicas con tarjetas de palabras.
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Vídeos y ejercicios visuales, como los de Bazum en YouTube.
Conclusión: escribir sin faltas es posible
La ortografía no es un obstáculo, sino una herramienta para comunicar con claridad y profesionalidad. Dominarla aumenta nuestra credibilidad, mejora nuestras oportunidades laborales y evita malentendidos en cualquier ámbito.
Con estas acciones —desde la lectura consciente hasta los juegos de memoria visual— puedes mejorar tu ortografía paso a paso. Recuerda: escribir sin faltas no es cuestión de talento, sino de hábito, práctica y constancia.
Es posible que tengas que escribir un texto muy largo en tiempo limitado, pero dejar unos minutos para su revisión debe ser obligatorio. A veces es mejor escribir algo menos, pero asegurarnos de que ese texto sea perfecto.
👉 Si quieres ir más allá, guarda este artículo como referencia y vuelve a él cada vez que busques trucos para escribir sin faltas de ortografía o necesites reforzar tus hábitos de escritura.
Algunos libros para trabajar la ortografía
Sistema de inteligencia ortográfica. José Ramón García