La irrupción de la inteligencia artificial en la escritura ha abierto un debate que va mucho más allá de la tecnología. ¿Se puede hacer contenido con IA que emocione, informe y, además, posicione en Google?
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Si estás aquí es que has estado antes en mi web y debes conocer algo sobre mí. Más adelante tendremos oportunidad de intercambiar impresiones sobre nuestra pasión por la literatura y por las buenas historias, pero antes quiero explicarte lo que va a suceder a partir de ahora.
En cada uno de los próximos 3 días recibirás un correo electrónico. En ellos te contaré tres historias a modo de píldoras mágicas para impulsar las siguientes ideas:
- Día 1: la lectura nos hace fuertes.
- Día 2.: la escritura salva vidas.
- Día 3: habla para vender hasta tu alma.
ALGUNO DE ESTOS CORREOS INCLUIRÁN MATERIAL GRATUITO MUY ÚTIL.
Y ya, a partir de ese tercer día, te escribiré solo cada 15 días con recomendaciones y consejos de utilidad sobre lectura y escritura.
Espero que lo disfrutes y no dudes en escribirme a este e-mail con tu opinión y lo que desees. También te invito a que explores mi web, especialmente el blog, ya que tienes contenido muy útil.
¡Hasta mañana!

En una España marcada por los silencios impuestos y las bibliotecas reducidas a ceniza, una mujer solitaria se empeñó en poner orden en el idioma. No fue poeta, ni novelista, ni académica. Fue algo más discreto y, quizá por eso, más grande: una bibliotecaria que soñó con que las palabras fueran de todos.
Su nombre era María Moliner.
Por las noches, cuando la casa dormía y las velas apenas resistían el aire, Vicenta Maturana sacaba sus cuadernos y escribía. Lo hacía en voz baja, con el temor discreto de quien sabe que no está bien visto que una mujer piense por su cuenta, menos aún que publique. En la España del primer tercio del siglo XIX, una...



