La desaparición de Stephanie Mailer o cuando los árboles impiden ver el bosque

Tenía ganas de que una novela del escritor suizo Jöel Dicker cayese en mis manos. A sus 33 años lleva ya más de una década en la cima literaria, con importantes reconocimientos e incluso más de seis millones de ventas con La verdad sobre el caso Harry Quebert. Es otro de esos autores que está haciendo grande el género negro, con numerosos lectores que se confiesan adictos a su literatura. La desaparición de Stephanie Mailer es un libro de 650 páginas, que en un inicio tenía 1.200 páginas, al que se le presumía un ritmo trepidante, pero que en mi opinión no es para tanto.
Es lógico que como lector también surjan dudas y en el caso de este libro
las tengo. No sé si es que realmente aún me pierdo cuando la novela negra se
hace muy larga y se multiplica el número de personajes con excesivos saltos adelante y atrás o que realmente Joël Dicker ha querido montar una historia tan grande
que se le ha ido de las manos. En el caso de La desaparición de Stephanie Mailer
los árboles me han impedido ver el bosque, es decir, me he encontrado con
tantos personajes protagonistas, tantas subtramas y saltos que me ha costado mantener la atención y la trama principal ha caído en el olvido en muchos momentos.
Y eso que no pintaba mal al inicio, sobre todo tras leer una sinopsis del
libro tan repleta de buenas críticas en los principales periódicos y revistas
del mundo. Todo arranca con el asesinato de toda una familia el día de la
inauguración del festival de teatro de Orphea, en la región estadounidense de
los Hamptons. El caso, sucedido en 1994, parece que ha sido resuelto, pero 20
años después la periodista Stephanie Mailer desaparece cuando empieza a
investigar sobre el caso. El asunto llegará a Jesse Rosenberg y Derek Scott, que
ya lo trataron en el primer momento y años después se enfrentarán a los mismos
hechos, el mismo lugar, pero descubrirán que hay nuevos hilos de los que tirar
con la posibilidad de otros culpables. La narración, por lo tanto, se desarrolla en dos tiempos, 1994 y 2004.
Lo original de esta novela es que el asesinato se liga a una obra de teatro, La noche negra, que se estrenará en el festival de Orphea tras esos 20 años con actores no profesionales que estarán relacionados con los hechos reales. Dicker hace una buena configuración de personalidades personajes, dota a la novela de una gran diversidad, pero lo enreda todo demasiado, por lo que nos pierde por momentos en un maremágnum de acontecimientos, se hace por momentos eterna y nos desespera ante una resolución que no llega sin que además el final sea excesivamente sorprendente.
Puede que no esté ante la mejor novela de Dicker, no descarto otras lecturas de este autor, pero esperaré un tiempo porque me ha dejado algo empachado.
Título: La desaparición de Stephanie Mailer
Autor: Joël Dicker
Editorial: Alfaguara
Páginas: 650
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